Tu cuerpo está hablando desde una herida de SEPARACIÓN.
Lo que viviste no fue “poca cosa”.
Cuando una persona importante se aleja, cuando sentimos que nos arrancan de alguien o algo que amamos, el cuerpo lo registra como una herida real.
El conflicto de separación se activa frente a duelos, rechazos, pérdidas, abandonos, o incluso situaciones que interpretaste así aunque nadie lo haya visto.
Estás somatizando una herida de separación.
Puede tener origen en abandonos pasados, duelos no resueltos o vínculos que dejaron
huellas de soledad o rechazo.
Esta emoción muchas veces se expresa en:
- Enfermedades respiratorias.
- Problemas de piel.
- Sensación de aislamiento o tristeza profunda.
Sanar una separación no es olvidar.
Es recordarte que nunca estuviste sola.
Que tu cuerpo siempre estuvo tratando de protegerte.
Y que hoy podés volver a sentirte unida. A vos misma.
Este es el momento de escuchar lo que tu cuerpo quiere decirte… y empezar a sanar desde adentro.
Quiero SANAR con el curso: Sé Tu Propio Médico Mental